La web estática es una carta de presentación, generalmente con pocas páginas que no pueden ser modificadas por el cliente. No permiten gestión alguna, ni interactividad por parte de los usuarios internautas. La web dinámica es aquella que genera el contenido en el servidor y luego lo muestra al cliente. Eso permite que, si tiene administración, se gestione el contenido del portal desde el propio navegador, y este se presente instantáneamente al siguiente usuario que acceda al portal. Además, dependiendo de los recursos del hosting, puede permitir varios grados de interactividad de los usuarios, para que, por ejemplo, puedan contratar servicios, comprar productos, hacer reservas desde el portal, o enviar un formulario solicitando un presupuesto.